[Antonio Manuel Cuaresma Maestre]

Hola,

considera que los satisfactores de nuestra sociedad no están para nada orientados con nuestras necesidades ya que aun prima el sentido económico y capitalista sobre todo lo demás, lo que conlleva un mayor sonsumo y gastos de recursos, que pueden resultar innecesarios, no siendo así sostenibles para la Tierra en la que vivimos, que se ve afectada por este sobreconsumo, más influenciado por lo comercial-publicitario que lo realmente necesario.

Satisfactores como lo natural, lo humano o lo personal/relacional están un poco a merced del mercado, siendo estos los instintos más primarios de la humanidad, teniéndoslos que cuidar y saber llevar por parte de los que dictan las reglas.

gracias

[natalia]

Yo diría que los satisfactores están mercantilizados y que todo lo que no reporte un beneficio económico directo e inmediato no se considera útil.

[Blanca]

Muy de acuerdo con Nathalie y Antonio. Lo vimos el primer día y se ve que tenéis bien claro desde vuestras respectivas experiencias. Si algo caracteriza nuestro mundo es la mercantilización de casi cualquier parcela de la vida, el agua, incluso ya cotiza en bolsa!… Pero, ¡hay alternativas! El consumo responsable, que veremos en el siguiente tema, nos invita justo a repensar críticamente nuestras necesidades y ajustarlas dentro del marco de sostenibilidad del planeta, integrando criterios así mismo de justicia social. Recordad pues este hilo para los siguientes debates…

[Fco. Javier Aguilar Bravo]

En mi opinión el COVID19 nos ha sumergido en una crisis que saca a la luz las desigualdades que ya existían y que ahora las agranda. En este sentido las familias de nuestros barrios son las más perjudicadas.
En el sentido que nos proponemos de cambiar la mirada, valorar la solidaridad y el asistencialismo emergente durante la pandemia, aunque no es la solución para resolver las desigualdades.
Pienso que dos factores importantes son el valor de la educación y la promoción por el empleo. La promoción de las personas es la única salida para poder cambiar las desigualdades, en mi opinión.

[teresa herrera]

Bueno, pues leyendo a mis compañeros, suscríbete cada palabra. Desgraciadamente, el motor de nuestra sociedad es el dinero. Tal y como argumentan, todo se ha mercantilizado y nos han creado necesidades que realmente no teníamos para poder canalizar el consumo. Aún así, yo soy optimista y creo que hay cierta tendencia a romper con esos esquemas. De hecho, creo que la pandemia, a pesar de que ha subrayado las desigualdades, sí que es verdad, que se ha despertado cierta conciencia de solidaridad y, de cierta manera, se ha activado el activismo ciudadano, que se ha organizado al margen de las instituciones, para ayudar a sus vecinos y, vaya, no lo ha hecho tan mal!