Alternativas prácticas para un consumo responsable 03
En pleno desarrollo del capitalismo, a mediados del siglo pasado, se origina una nueva forma de consumir que no se ajusta a las necesidades humanas reales, sino que gira en torno a la adquisición de bienes y servicios no esenciales. Esto es posible gracias a un sólido aparato económico y de marketing que, a través de la publicidad y los medios de comunicación, crea multitud de satisfactores de necesidades innecesarios y falsos. El principal problema de esta 'invitación y devoción' al consumo proviene no sólo de la incapacidad de satisfacer realmente las necesidades que tenemos, sino también de las consecuencias que el mecanismo productivo genera en la vida de las personas y del planeta en su conjunto, tales y como vimos en el tema anterior.
Frente a esto nos encontramos con el consumo responsable, un movimiento internacional que surge como respuesta a los impactos sociales y ambientales del actual modelo de consumo y que busca ajustar dicho consumo a las necesidades reales, preguntándonos en primer lugar si realmente necesitamos lo que necesitamos. van a comprar. . Esto se conecta con el decrecimiento, una propuesta emancipadora del sistema que cuestiona la lógica del crecimiento infinito y que propone redefinir nuestra relación con la Naturaleza para recuperar el equilibrio perdido así como las relaciones entre los propios seres humanos.

Ilustración de Consumo Responsable. (Fuente: Territoriomarketing.es)
Este proceso crítico y consciente respecto de lo que consumimos contempla las siguientes valoraciones:
- El tipo de comercio que queremos favorecer. ¿Estamos favoreciendo con nuestra compra la viabilidad del pequeño comercio local y por tanto la economía y la riqueza local? ¿Qué tipo de empleo hay detrás de cada producto o servicio? ¿Ha habido relaciones laborales justas dentro del proceso de producción?
- La calidad de lo que compramos, para poder adquirir bienes más sanos y duraderos, que no nos obliguen a volver a comprar estos productos dentro de una lógica del descarte y con un fuerte impacto ambiental.
- El impacto ambiental, tomando como referencia el ciclo de vida completo del producto que compramos; desde la producción, el transporte y la distribución hasta el consumo y los residuos que este genera. Es fundamental tomar conciencia de los límites de los recursos que utilizamos, intentando avanzar en el desacoplamiento que se genera entre la producción y el consumo de recursos naturales. Esto implica que:
- Los recursos naturales renovables no se utilizan a un ritmo superior a su propia capacidad de renovación.
- Los recursos naturales no renovables se utilizan a un ritmo equivalente a la capacidad de sustitución que tienen por otros recursos renovables.
- La emisión de residuos y contaminación no supera la capacidad de asimilación y autodepuración de los ecosistemas.
Estos criterios o principios de funcionamiento deberían aplicarse teniendo en cuenta la realidad global en su conjunto, lo que nos llevaría a exigir una redistribución de la sostenibilidad del Norte al Sur con equidad histórica, presente y futura.
Al calor de esta corriente han surgido numerosas iniciativas que intentan dar respuesta a las necesidades de la población de acuerdo con estos valores. Así, podemos encontrar compañías de banca y seguros éticas, cooperativas de energías renovables o de telefonía consciente, supermercados cooperativos, iniciativas cooperativas de vivienda en cesión de uso, empresas de moda ética y sostenible, opciones de turismo y ocio responsable… Enumeramos algunas de estas principales iniciativas para profundizar sus propuestas y el valor diferencial frente a empresas similares de la economía capitalista.
Finanzas Éticas:
Ha quedado patente, sobre todo desde la crisis de 2008, de la que aún no nos habíamos recuperado cuando estalló la pandemia sanitaria, la enorme responsabilidad del sistema bancario y financiero respecto a muchos de los problemas que padecen nuestras sociedades, y que tienen sido producto de un sistema basado en la especulación financiera global, la economía virtual y el negocio de la usura con el que han hipotecado nuestro futuro. Pero hay alternativas. Según lo establecido por el Observatorio de Finanzas Éticas(FETS), las finanzas éticas y solidarias compatibilizan la rentabilidad económica y financiera con la consecución de objetivos sociales y medioambientales. Su propósito es contribuir a la transformación social, evitando inversiones especulativas e invirtiendo en una economía real y solidaria, es decir, en aquellos proyectos que tengan un impacto positivo en la calidad de vida de las personas, proporcionen una serie de beneficios sociales y promuevan el desarrollo sostenible. . Para ello, aplican criterios de evaluación ética y social para valorar la responsabilidad ética, social y ambiental de los proyectos que solicitan financiación. De esta forma, garantizan que ofrecen apoyo financiero a proyectos de alto impacto social, ambiental y cultural.
Dentro de este sector destacamos las siguientes iniciativas:
Fiare Banca Ética : un banco cooperativo de referencia en Europa con más de 42.000 socios entre Italia y España, y cuya gestión democrática y compromiso ético con la participación de los socios se ciñe al principio cooperativo de “una persona, un voto”. Busca recuperar el valor social del dinero y por ello financia proyectos de: inserción social y laboral de las personas, agroecología, eficiencia energética, educación y cultura, y comercio justo, entre otros. Comprobar el proyectos que financia y su general equilibrio social resultados .
Seguros éticos cae: es un proyecto de intercooperación entre la SERYES y Cooperativa Arç mediación para la promoción y desarrollo de un seguro ético y solidario en la economía social y solidaria, que entiende el seguro como un instrumento financiero que debe estar al servicio de las personas y que se basa en tres principios: mutualidad, equidad y transparencia.
cooperativa57: Coop57 es una cooperativa de servicios financieros ética y solidaria cuyo principal objetivo es contribuir a la transformación social de nuestra economía y nuestra sociedad. Su función principal es la financiación de proyectos de economía social y solidaria a través de la intermediación financiera. Se trata de captar y atraer ahorros de la sociedad civil para canalizarlos hacia la financiación de entidades de economía social y solidaria que promuevan el empleo, fomenten el cooperativismo, el asociacionismo y la solidaridad en general, y promuevan la sostenibilidad sobre la base de principios éticos y solidarios. Coop57 es una organización democrática y asamblearia formada por personas y entidades de la economía social y solidaria.
Energía renovable:
El acceso a la energía pone de manifiesto el umbral de desigualdad y exclusión presente en nuestras sociedades, que impide la satisfacción de las necesidades más básicas de gran parte de la población en situaciones de pobreza energética que deberían ser inaceptables, lo que debería ser base suficiente para reconsiderar una cambio de modelo energético diferente al que propone el actual monopolio energético, guiado exclusivamente por el beneficio privado. Pero, además, como el Semillas de Transición del Amor Guía de la iniciativa sevillana Amor Barrio advierte, “el cambio climático nos advierte de que debemos dejar de quemar combustibles fósiles lo antes posible, si queremos evitar los peores escenarios futuros, situación que se verá agravada con la próxima llegada del pico de extracción de todos estos combustibles y que alerta que más temprano que tarde, nos guste o no, nos veremos obligados a hacerlo de todos modos. Por tanto, la forma en que hagamos esta inevitable transición energética puede ser la tarea más decisiva de nuestro tiempo, ya que determinará, en gran medida, la resiliencia y configuración de nuestras sociedades futuras”.
Nuestro papel como consumidores vuelve a ser decisivo, pero afortunadamente disponemos de numerosas alternativas, algunas de las cuales están incluidas en dicha guía y que nos dan claves para reducir nuestro consumo energético. Pero, además de estas claves para incorporar nuevas prácticas en materia de ahorro y eficiencia energética, tenemos alternativas colectivas de producción y venta de energías renovables.
unión renovable: Es la unión de cooperativas de consumidores y usuarios de energías renovables que agrupa a 19 cooperativas municipales/regionales que se dedican a vender electricidad a sus más de 85.000 socios, a quienes se capacita e informa sobre el consumo responsable, los ajustes de la factura para ahorrar y la sector eléctrico. Aboga por el consumo responsable, la economía local y la generación renovable distribuida. El costo ambiental de producir y consumir localmente es mucho menor, mientras que la gestión local aumenta los beneficios sociales (los empleos permanecen en nuestro entorno, los impuestos se pagan localmente, más dinero permanece en la región). En su marco es posible contratar electricidad renovable 100%, participando en las decisiones de cualquiera de sus cooperativas (bajo el principio de 1 persona,
Comida comida
Las corporaciones se han convertido en un agente muy poderoso con enorme capacidad para condicionar el sistema de producción y consumo de alimentos. Su enorme peso también influye significativamente en las decisiones políticas, habiéndose convertido en uno de los principales lobbies del mundo y también del Estado y otras Administraciones. La progresiva industrialización de nuestros alimentos es un factor, pero también lo es la progresiva desconexión entre la población y los alimentos, su origen, variedad, estacionalidad, gastronomía y cultura, combinada con un sofisticado uso constante de la promoción y la persuasión por parte de las grandes empresas. corporaciones alimentarias.
Frente a esto, existen numerosas alternativas ligadas a la producción orgánica, es decir, que basada en el uso óptimo de los recursos naturales, sin utilizar químicos sintéticos ni organismos genéticamente modificados, logrando así alimentos orgánicos preservando la fertilidad de la tierra y el medio ambiente. respetado. Estos productos suelen moverse por canales de comercialización cortos, aquellos que permiten una relación más directa entre productores y consumidores (pequeños comercios, grupos de consumidores, mercados, restaurantes, colegios…). Pueden definirse como aquellos canales de circulación de bienes económicos en los que existe un solo intermediario entre el producto final y el consumidor, y entre el productor y el procesador.
En este amplio campo, podemos encontrar numerosas alternativas:
Grupos de consumidores :
Grupos de personas consumidoras que se reúnen para realizar compras conjuntas directamente con la gente productora. Por tanto, son iniciativas locales, generalmente de producción ecológica, que se ajustan a los tiempos y producciones estacionales, respetuosas por tanto con los ciclos de la vida, donde se relaciona directamente con los productores, también desde el punto de vista económico y comercial. Construyen espacios asamblearios y autogestionados, donde las personas toman conciencia de la responsabilidad que implica el acto de consumo, que es una herramienta de transformación social y política. En Sevilla, por ejemplo, está la Red de ecoartesanos de Sevilla, “red conformada por grupos de consumidores y personas productoras que comparten la preocupación por “comer bien”, entendiendo este concepto como algo que va más allá del mero intercambio de alimentos por dinero, promoviendo la Soberanía Alimentaria y el cuidado de la Naturaleza”.Tiendas de alimentos ecológicos y supermercados cooperativos:
También hay numerosas tiendas donde comprar productos ecológicos y locales. Algunas funcionan como tiendas convencionales (por ejemplo Red Verde, en el centro de Sevilla) y otras incorporan la figura de socios, como la emblemática La Ortiga(en el centro y este de Sevilla), involucrando a los consumidores en la gestión de proyectos y realizando numerosas actividades para promover la cultura campesina y la agroecología, acercando la vida de los productores a la de los consumidores. Un paso más allá en este modelo son los supermercados cooperativos, cooperativas donde el cliente es copropietario de dicho supermercado y en las que no existe ánimo de lucro. La mayoría son participativos ya que los socios aportan capital social pagando una cuota de inscripción y realizan trabajo voluntario atendiendo las tareas diarias del supermercado. En Sevilla todavía no tenemos ninguna experiencia similar, pero sí experiencias como La Osa en Madrid o Som Alimentació en Valencia son una referencia.Huertos comunitarios:
En terrenos propios o donados por los municipios y que se gestionan colectivamente, pequeñas producciones que promuevan espacios de autogestión y que trabajen por la soberanía alimentaria. En Sevilla encontramos el Huerto del Rey Moro, los jardines sociales de Ecologistas en Acción en San Jerónimo, los de Miraflores o El Alamillo. Todas estas opciones permiten acercar la producción al consumo de alimentos, promoviendo la soberanía alimentaria y la autogestión, así como un uso deferente del espacio urbano y de nuestra relación con la comida y la tierra.
Alojamiento
En el estado español conocemos mejor que nadie los efectos de una política constructivista y especulativa que hemos tenido en las últimas décadas, y que ha arrasado con una parte importante de nuestro patrimonio natural, además de haber especulado con la vivienda hasta tal punto que ha convertido en lujo lo que debería ser un bien básico. Frente a esto, existen experiencias de vivienda colectiva y cooperativa que, como lo expone el Grupo de viviendas cooperativas en cesión de uso de REAS Red de Redes, “entender la vivienda como un bien de uso para garantizar el derecho a la vivienda en el largo plazo y no como un bien de inversión”. Muchas de estas experiencias son también pioneras en arquitectura bioclimática, incorporando criterios de sostenibilidad y menor impacto ambiental en el diseño del proyecto. Toda esta amalgama de iniciativas está, además, reconceptualizando las prácticas habitacionales, permitiendo nuevas opciones de vida y socialización, por ejemplo, para las personas mayores. En Sevilla hay experiencias en ciernes pero ninguna ha cristalizado todavía. Eso sí, tenemos referentes en España como Entrepatios en Madrid , La Borda de Barcelona.
Moda
Según lo denunciado por el Colectivo periodístico Carro de Combate , “detrás de la industria de la moda hay toda una cadena de producción que involucra a muchos más actores de los que pensamos y que se construye sobre la explotación. La industria textil es una de las más fáciles de deslocalizar porque montar y desmontar una maquila es tremendamente fácil. ... Además de eso, hay un tremendo impacto ambiental, que a su vez tiene un impacto social”. Muchas de estas atrocidades han sido recogidas y denunciadas año tras año en el Campaña Ropa Limpia.Promovida por Setem y otras ONG, sindicatos y organizaciones de consumidores, opera en 17 países europeos. De nuevo tenemos alternativas a esto, y existen numerosas listas de empresas éticas y sostenibles como este tanque o esto guía de sellos de certificación de opciones . En Sevilla tenemos la tienda de moda sostenible Verde Moscú y diversas tiendas de segunda mano como Humana.
Además de estas opciones que pasan por comprar con criterios éticos y sostenibles, mirando las condiciones de los productores así como el tipo de materiales, la forma de producción y su origen, también existen otras alternativas que pasan por reducir nuestro consumo de ropa dando una vida más larga a nuestras prendas, favoreciendo las tiendas de segunda mano, las ferias libres o incluso el trueque e intercambio.
Ocio y turismo
Como sitio web alternativo, Mecambio.net , afirma, “la cultura, más que un conjunto de productos de consumo, espectáculos o actividades de ocio, es ante todo un derecho y un bien común que se desarrolla cuanto más se utiliza” . Desde este punto de vista, se nos abren multitud de opciones que buscan desmercantilizar la cultura, muchas de ellas incluidas en dicha web y que nos dan opciones para acceder a la música, el cine, el teatro, la literatura, los medios de comunicación… También existen numerosas listas e información en la red que recogen iniciativas culturales y de turismo responsable, como la que el Red de Mercado Social recogido el verano pasado en El Salto Diario o.
Participando en estas iniciativas y apoyándolas con nuestro dinero a través de nuestro consumo, seremos parte activa en la creación de un nuevo modelo económico más justo, sostenible y solidario. Pero también se trata de inspirar iniciativas cuyas experiencias puedan guiarnos en nuestros proyectos y empresas a incorporar prácticas acordes a esta economía social y solidaria o economías transformadoras. Casos como la batalla de los jinetes por sus derechos y su trayectoria de autoorganización en emprendimientos colectivos y cooperativos como Mensacas en Barcelona o Zámpate Zaragoza en Aragón son un buen ejemplo.