Para implementar la coproducción, necesitamos un 'enfoque de sistemas completos' porque:

• Las organizaciones deben cambiar en todos los niveles, desde la alta dirección hasta el personal de primera línea, si quieren lograr una participación significativa.
• La participación debe convertirse en parte de la práctica diaria y no ser una actividad única.
• La participación opera en diferentes niveles, ya que hay muchas maneras de involucrar a las personas que utilizan los servicios en diferentes tipos de decisiones.

Hacer que la coproducción suceda en la práctica implica que todos los que participan en el proceso (que pueden tener diferentes perspectivas) trabajen juntos para lograr objetivos acordados. Esto significa construyendo relaciones. Esto se refleja en el concepto de 'estado relacional', lo que significa que los servicios públicos y los gobiernos deben basarse en un enfoque de relación social, con transferencia de poder a todos los niveles, de modo que la gente tenga poder además de responsabilidad. Una parte importante de este concepto es la idea de que los gobiernos y los proveedores de servicios deben confiar en los ciudadanos y las personas que utilizan los servicios.

LAS 4 FASES

Veamos un ejemplo práctico de cómo se puede iniciar un proceso de coproducción:

1. Preparación del proceso

Las instituciones anfitrionas exploran el desafío y las posibles soluciones con un equipo central de partes interesadas comprometidas con diferentes perspectivas del desafío y posibles financiadores de la solución. La institución anfitriona capacita a las partes interesadas del equipo central en la aplicación de principios, herramientas y métodos de innovación social. Realizan una investigación cuidadosa sobre el desafío y preparan una pregunta de desafío para el “taller de codefinición”.

2. Codefinir el desafío local

Las entrevistas con las partes interesadas ayudan al equipo central a definir los temas o preguntas del desafío para el taller de codefinición con un grupo más amplio de partes interesadas, incluidos los usuarios finales. Para enmarcar mejor el desafío y garantizar que la solución logre un amplio impacto, el taller de codefinición busca compartir diversas perspectivas, plantea ideas de solución iniciales y, a través de un entendimiento compartido, desarrolla una descripción concisa del desafío.

3. Co-creación de soluciones

El equipo central mejora su comprensión del desafío y las ideas emergentes para soluciones aprovechando los resultados de los talleres de codefinición a través del compromiso con nuevas partes interesadas, conocimientos y contribuciones. Después de perfeccionar el desafío local, diseñan e imparten un taller de cocreación que puede durar varios días con actores locales del sector público, privado y del tercer sector para coproducir soluciones de innovación social para abordar el desafío. Se puede invitar a otros innovadores sociales para que inspiren a los participantes y muestren ejemplos de cómo abordaron desafíos similares.

4. Implementar las soluciones localmente

Las instituciones anfitrionas apoyan a los actores que crean una idea de solución para desarrollar pilotos activamente reflexionando sobre nuevos hallazgos en torno al desafío: desarrollar un plan de negocios, conectarlos con actores clave, posibles financiadores y hacedores, encontrar recursos de financiamiento, permitir nuevas alianzas y asociaciones, y explorando soluciones exitosas similares.